Alguno que otro se preguntará
'¿qué necesidad de ser diferente?'
'¿Por qué no seguir el camino normal como el resto?'
'¿Qué tiene de malo ser como todos?'
A lo que yo contesto que está muy bien todo eso
porque si no hubiese gente que siguiera estrictamente el protocolo
costaría mucho ser especial, diferente, o en mi caso, vivir en esponjosas nubes de locura.
Y a mí me gusta así
porque me siento distinto.
Porque no me gusta el gris uniforme,
me gusta el azul, el rojo, el verde, el naranja, me gusta vivir en muchos colores.
Porque no me gusta ser solo persona,
me gusta fingir que soy un lobo.
No me gusta asustarme en las películas de terror,
me gusta reírme en ellas.
Tampoco me gusta leer los libros,
me gusta meterme de lleno en la historia y ser parte de ella.
Y no me gusta vivir para tener amigos,
me gusta tener amigos para vivir.
Soy lo que soy siga o no la línea de lo típico.
Es claro, no soy otro mimo de corazón frío.