El lunes me fui a buscar a Caro al colegio. Fui un poco brusco al expresarle mal ciertos rencores a Chara, pero espero me perdone pronto; lo importante es que Caro me habló y me ayudó a pensar y denotar cosas que no hubiera podido deducir solo (es más, no pude en estos meses, o me negué inconscientemente a verlo, no sé), pero la razón de sentirme tan mal y solo poviene únicamente de que yo mismo me alejo y me encierro en mi cómodo y seguro caparazón, o como recita Benedetti en su poema, obtuve un 'Corazón Coraza'. Y tuve ciertas experiencias traumáticas este año... Mi turbio final de verano (tan doloroso pero tan hermoso a la vez) me dejó heridas sangrando que recubrí sin curarlas bien, y todavía es el día de hoy que sufro la infección de esos besos apasionados que compartí con ese chico inolvidable en mi vida. También la terrible experiencia de estar en el medio de la mejor amiga que me regaló esta vida (Lucila es su nombre, la estrellita dorada que me cuida siempre) y su novio, un infantil lobito de 21 años del cual me sorprendí de mi capacidad de querer tanto a una persona. Estar en el medio de esa relación me destruyó la capacidad de ser tan entregado a mis amigos, amedrentó totalmente mi ingenuidad al amar, algo que espero recuperar aunque se que lo sufro mucho, pero es invaluable ese poquito de felicidad que obtengo a cambio, porque es felicidad es un su más puro significado. Luego pasó que me enganché con una chica pero sus padres nos hicieron la vida imposible durante mucho tiempo y eso también dejó una herida. Ahora que quité las vendas estoy intentando curar de buena manera aquello, a ver si puedo así retirar tanto veneno que gané en el transcurso de la enfermedad... Estoy en rehabilitación, se podría decir.
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